Intercambio de almas, para vivir en la paz definitiva

    ¿Sabías que, para vivir en la paz definitiva (no en momentos de paz), el universo, a través de tu espíritu, tiene que intercambiar tu alma por otra?

    Cuando tu espíritu va a encarnarse, ha de crear tu alma, en un principio, copia perfecta suya, pero más densa, hecho necesario para que haya comunicación entre él y el ser humano. Después, este alma se carga, energéticamente, con los miedos y los dones que vas a venir a trabajar a esta vida... o no. Además, todas las experiencias que vas a vivir, también, se incorporan a tu alma, para que, después de muerto, ésta vuelva a tu espíritu, integrándose y tu espíritu, "aprendiendo" de todo ello, pueda seguir evolucionando.

    El alma con la que todos nos encarnamos corresponde a la energía del miedo. Esto no es "malo", toca hacerlo, toca trabajarnos nuestra oscuridad, como bien puedes observar, por cómo está nuestro mundo.

    Actualmente, el universo nos está dando a elegir entre dos caminos: seguir caminando el mismo en el que estamos, el del miedo o uno completamente nuevo, el del amor incondicional, el de la paz definitiva, de la que te hablaba antes. Ambos no son compatibles, como el agua y el aceite que no se mezclan y ninguno puede evolucionar hacia el otro.

    Si decides elegir el camino del amor incondicional, antes, has de evolucionar en el del miedo, enfrentando tus miedos y "superándolos", hasta que ya no puedas hacerlo más y toque que cambies a la nueva consciencia del amor incondicional. Éste es el momento en el que tu alma, con la energía del miedo, debe irse (al igual que en la muerte), se integre en tu espíritu y éste cree una nueva alma, con la energía del amor incondicional. Después de su creación, se acopla a nuestro cuerpo físico, el cual sigue conteniendo la antigua energía del miedo, por lo que debe transformarse, para ajustarse a la nueva energía. Éste proceso puede ser MUY doloroso y, anímicamente hablando, MUY pesado.

Comentarios