Acabo de ver "María", de mi AMADO Pablo Larraín, una meta-película que, a ratos, me recuerda MUCHO a su serie "Lisey's story", a ratos con diálogos (maravillosos todos) tipo Billy Wilder (véase escena con Kennedy) y con un trabajo SUBLIME de la Jolie, para mí, su mejor trabajo (¿la premiarán...? No lo creo). Una pesadilla amable, en la que, al igual que le pasa a la Callas, muchas veces dudo de si es real o no lo que estoy viendo.
Cómo es esa relación con Ferruccio...
"Qué tal está tu espalda", le dice la Callas. "Pues no muy bien", le contesta". "Entonces, debes tener cuidado contigo y contestarme que no, a peticiones mías". "Ya tengo cuidado conmigo, señora, por eso tengo miedo a decirle que no"...
¡Qué maravilla! y ese leit motiv del piano, que no encuentra su sitio, como la Callas no encuentra el suyo, hasta su muerte (¿quién va a mover el piano de sitio, si se movía por orden de la Callas?).
Pero, ahora, me dedico a escribir sobre los mensajes del universo, que me llegan a través de ciertas películas. Curiosamente, hoy por la mañana, grabé un vídeo sobre "Heretic" (sobre el control por parte de los demás y sobre el empoderamiento para "romper" ese control") y la Callas, hacia el final de la película, cuando ya sabe de la cercanía de su muerte, decide tomar el control de su vida y "cantar para mí"; esto define a los dones, aquello que amas hacer, sólo para ti, por la simple razón de que amas hacerlo.
Otra obra maestra de Pablo Larraín, que ya lleva unas cuantas.
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