Hace ya unos cuantos años, cuando aún estaba en Madrid, acudí a un taller de almas gemelas, con una amiga argentina, Gisela. Eran dos días dedicados a experimentar todo lo que el facilitador conocía sobre ese tema. Pero el universo nos tenía preparado otro camino.

    Después de un mínimo de teoría, con la que vibré sorprendentemente, el facilitador hizo un sorteo, para seleccionar a dos personas, a las que realizar unos registros akáshicos. "Vamos a ser tú y yo", le dije a mi amiga, antes de conocer el resultado del sorteo.

    Mi amiga fue la primera en tumbarse en la camilla. Inmediatamente, una presencia surgió, oscura y "pegada" a Gisela. El facilitador cambió sus planes y se concentró en lo nuevo. Le preguntó a la presencia, inteligentemente, para saber quién era: un interrogatorio adecuado para burlar las burlas de aquellos que no quieren seguir su camino en el otro lado. Finalmente, el facilitador pidió ayuda a los arcángeles y vi como estos se llevaban, a la fuerza, al que se hacía pasar por tío de mi amiga. Yo conocía esta historia hacía un tiempo, pues Gisela me hablaba de él: ella le facilitaba el contacto; yo nunca le di importancia. Aquella tarde, mientras los arcángeles se lo llevaban, yo sentí, físicamente, un tirón y una liberación en mi pecho. Hasta ese momento, yo no era consciente de que el "tío" de Gisela, también, me había "atrapado" a mí, a través de mi chakra corazón.

    Mi sesión... La dejamos para más adelante.

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     A few years ago, when I was still in Madrid, I attended a workshop about soulmates, with an argentinian friend, Gisela. It was two days dedicated to experiencing everything the facilitator knew about the subject. But the universe had another path in mind for us.

    After a minimum of theory, with which I vibrated surprisingly, the facilitator made a draw to select two people to do some Akashic records. "It's going to be you and me," I said to my friend, before I knew the result of the draw.

    My friend was the first to lie down on the stretcher. Immediately, a presence emerged, dark and " attached " to Gisela. The facilitator changed his plans and focused on the new. He questioned the presence, cleverly, to find out who it was: a suitable interrogation to outwit the taunts of those who do not want to follow his path on the other side. Finally, the facilitator asked the archangels for help and I watched as they took away, by force, the one who pretended to be my friend's uncle. I had known this story for some time, as Gisela had told me about him: she facilitated his contact; I never gave it any importance. That afternoon, as the archangels took him away, I physically felt a tugging and a release in my chest. Until that moment, I was unaware that Gisela's "uncle" had also "caught" me, through my heart chakra.

    My session... We left it for later.